Durango se localiza en el noroeste de la República; tiene una extensión territorial de 123 mil 181 km² y es el cuarto estado más grande. Su territorio comprende dos regiones: la sierra, constituida la Sierra Madre Occidental y la región del Altiplano, donde se conjugan valles y llanuras por serranías aisladas. El relieve, los factores geográficos, biológicos y astronómicos propician la formación de nichos ecológicos que favorecen a la región. Así, sus climas son: cálido, semicálido, templado, semifrío; todos ellos subhúmedos, además del semiseco templado y el semicálido.

Varios ríos corren sobre los flancos de la Sierra Madre Occidental; los del oeste, de la vertiente del Pacífico, desembocan en el golfo de California, y los del este irrigan la región lagunera de Durango y Coahuila.

Sus suelos están formados por la acumulación de sedimentos no consolidados. Son el medio natural para el desarrollo de las plantas. Desde diversos matorrales de tipo desértico, en la región oriental, hasta bosques tropicales en el flanco oeste de la Sierra Madre Occidental, pasando por extensas áreas de bosques de pino y de encino.

Los elementos naturales convierten a Durango en un hábitat favorable para la fauna silvestre.

En la región de la sierra, las rocas antiguas más representativas se originaron en la era mesozoica, hace 150 millones de años. Son una combinación de rocas ígneas extrusivas con rocas sedimentarias marinas. Este fenómeno dio origen a los yacimientos minerales de la región. Estas rocas cubren un espesor de 2 mil 500 metros de tobas ríolíticas, vitreas y cristalinas, de composición ácida, aportadas por una actividad ígnea extrusiva desarrollada en el terciario (34 a 27 millones de años).

Estas rocas se depositaron en gruesas capas horizontales; formaron una meseta de amplia distribución orientada de noroeste a sureste, que en el plioceno, hace 10 millones de años, fue inclinada al noroeste y deformada por fuerzas endógenas para configurar la Sierra Madre Occidental. Al ser deformada su masa rocosa sufrió fracturas y fallas, por lo que presenta el relieve de sierras altas, cañones profundos, mesas limitadas por cañadas y por depresiones intermontañas, sierras bajas y amplios valles.

Estudios geológicos en la región del Altiplano revelan que está constituido por rocas sedimentarias de la era mesozoica, con excepción del área de Santa Maria del Oro, donde afloran rocas metamórficas de la era paleozoica. Rocas con sedimentos continentales volcánicos, intercalados con andesitas y tobas riolíticas, son la base del subsuelo originado hace 160 millones de años.

Durante el jurásico medio estas rocas afloraron en Villa Juárez, San Pedro del Gallo y Sierra de Santo Domingo. Del jurásico superior se exponen en Indé calizas, limonitas y lutitas con restos fósiles de hojas y de cefalópodos. Su presencia evidencia una invasión del agua marina que continuó hasta fines del cretácico inferior. Esto originó calizas y calizas arcillosas.

En el cretácico superior el mar retrocedió y se originaron lutitas, lutitas calcáreas y areniscas. Al final del cretácico superior y principios del terciario inferior, hace 70 millones de años, se formaron las montañas plegadas de la Sierra Madre Oriental. Al norte de esta región se localiza la "Zona del Silencio".