Sala de la Revolución y Rebelión cristera
El campesinado durante la época porfirista fue una de las clases sociales más desprotegidas y explotadas, sujetos a los hacendados por el sistema de peonaje que los ataba mediante la tienda de raya. Vivían en comunidades agrarias en condiciones deplorables. El pueblo cansado de tantas vejaciones, respondió favorablemente a la convocatoria del levantamiento armado del 20 de noviembre de 1910. La ciudad de Durango cayó en manos de los revolucionarios el 31 de mayo de 1911, siendo escenario la ciudad y el Estado de numerosas acciones.
Los Revolucionarios Durangueños apoyaron el Plan de Guadalupe, conformando la "División del Norte", al mando del Gral. Francisco Villa, quien sostuvo los más cruentos combates de la Revolución Mexicana.
En 1917 el H. Congreso Legislativo Local promulgó la COnstitución Política del Estado de Durango, apegada en su esencia a la de los Estados Unidos Mexicanos.
En junio de 1926 se promulgó la Ley Calles, que limitaba el poder de la Iglesia. El Episcopado Mexicano protestó suspendiendo el culto religioso; además, la veda forestal en la sierra y la lucha por el poder entre liberales y conservadores fueron las causas que originaron la Rebelión Cristera en Durango. La primera rebelión fue de 1926 a 1929 y la segunda de 1934 a 1941.
Se les llamó "cristeros" porque el grito de guerra de los levantados era "¡Viva Cristo Rey!". Con ellos participaron la Iglesia, algunas agrupaciones religiosas, los campesinos mestizos e indígenas tepehuanes. Con el Estado y los liberales se unieron las fuerzas de las logias masónicas, el Ejército Federal, las Defensas Sociales auxiliares, así como contingentes agraristas, coras y tepehuanes.
En junio de 1929 el Estado y la Iglesia acuerdan la paz y los "cristeros" fueron amnistiados, pero en 1934 surgió la segunda cristiada, que se extingue hasta 1941.
De esta época se exhibe una interesante colección de fotografías, publicaciones, pinturas y armas.
Antecedentes de la Revolución en Durango
Durante el porfiriato, las fuentes de trabajo y los medios de producción estaban en manos de los concesionarios mineros, agrícolas y ganaderos. El gobierno otorgaba a compañías nacionales y extranjeras la explotación de los minerales, la madera, los fundos agrícolas y la producción industrial.
Éstas, además de lograr cuantiosos excedentes, sobreexplotaban a mineros, vaqueros y peones, que vivían en condiciones deplorables. Dichos factores originaron la formación de clubes democráticos que siguieron las ideas de Francisco I. Madero (1909). La sierra durangueña fue escenario de bandidaje como el de Heraclio Bernal, Ignacio Parra y Francisco Villa.
En 1909 se suscitaron los sangrientos sucesos de Velardeña, cuando una procesión católica fue atacada violentamente por los norteamericanos propietarios de la mina. Los fieles destruyeron las instalaciones y fueron reprimidos por el ejército rural, que fusiló a muchos sin formación de causa.
De la misma manera, se dieron los grandes despojos de tierras a las comunidades indígenas de San Pedro y Santiago Ocuila, considerados como antecedentes de la Revolución en Durango.
La revolución maderista en el estado de Durango
Durango respondió rápidamente al levantamiento armado del 20 de noviembre de 1910. La primera acción fue realizada en Gómez Palacio por Jesús Agustín Castro y Orestes Pereyra. Los maderistas de Durango tomaron poblaciones, sitios, asedios, destrucción de vías férreas, teniendo menos pérdidas que el ejército federal, las fuerzas rurales y las defensas sociales auxiliares.
Los focos de sublevación fueron: al noreste, los dirigidos por Jesús Agustín Castro y Orestes Pereyra; al este los levantó el zacatecano Luis Moya y Pánfilo Natera; al norte se rebelaron las huestes de Tomás Urbina, mientras que otros siguieron a Francisco Villa hacia Chihuahua. Por el noroeste se destacó la revuelta de Conrado Antuna, Ramón F. Iturbe y Jesús Banderas, mientras que en el municipio de Canelas lucharon las fuerzas del general Domingo Arrieta.
Otro grupo importante fue el de Calixto Contreras y Severino Ceniceros en Cuencamé. Los revolucionarios del noreste participaron en la toma de Torreón; los de norte llegaron hasta Ciudad Juárez, los del noroeste se posesionaron de Culiacán y los del centro ocuparon la capital del estado. Asimismo, los del este despojaron a los federales de Zacatecas.
Evolución del conflicto: contrarrevolución orozquista y huertista
Al triunfo de la revolución maderista, las reformas sociales afectaron a los capitalistas, que promovieron la rebelión de Pascual Orozco y Vázquez Gómez en 1913.
En el estado hubo levantamientos de orozquistas o "colorados" en el sur, dirigidos por Miguel Canales y Juan Pérez; en el norte, por José de Jesús "Cheche" Campos, Benjamín Argumedo, Juan Galindo, Mariano "El Indio" López y Gregorio Campa.
El ejército maderista y fuerzas auxiliares combatieron a los orozquistas. Sin embargo, en marzo de 1913, los militares del general Victoriano Huerta obtuvieron el poder en la ciudad de México asesinando al Madero. Los orozquistas se integraron a los huertistas como soldados irregulares.
El grupo conservador duranguense apoyó a los huertistas, aprehendiendo a los maderistas y organizado las "defensas sociales" o "soldados de chocolate", mote debido a su poca efectividad, por ser gente de la clase media y peones de las haciendas aledañas, así como por empleados de los comercios de la localidad.
La revolución antihuertista
En 1913, los jefes revolucionarios apoyaron el Plan de Guadalupe, en el cual Venustiano Carranza desconocía al general usurpador Victoriano Huerta.
En un inicio los revolucionarios de Durango pelearon de manera aislada y desorganizada; no fue hasta el 20 de septiembre de 1913, cuando en la Hacienda de la Loma se reunieron los principales jefes para conformar la "División del Norte", al mando del general Francisco Villa, militar que se convirtió en una verdadera máquina de ganar batallas.
La División del Norte sostuvo los más cruentos combates de la Revolución; derrotó a los huertistas en Torreón en dos ocasiones, y los aniquiló en la batalla de Zacatecas el 23 de junio de 1914. Por otro lado, los durangueños arrietistas participaron en la toma de Culiacán apoyando al ejército del noroeste.
En medio de la revolución contra Huerta, el ingeniero Pastor Rouaix redactó y promulgó la primera Ley Agraria del país el 3 de octubre de 1913, y se fundó el primer pueblo libre llamado "Francisco I. Madero". La ciudad de Durango fue tomada por los revolucionarios desde el 18 de julio de 1913.
Rebeliones militares
En 1914, la Convención de Aguascalientes reunió a los jefes revolucionarios triunfantes contra Victoriano Huerta. No lograron acordar la forma de gobierno y surgió una nueva lucha, entre los convencionistas (villistas y zapatistas) y los constitucionalistas (carrancistas).
Los villistas fueron derrotados en Celaya en 1915, y desde entonces se concentraron en los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila. Dieron pelea a los carrancistas y, a pesar de sus ataques rápidos, sorpresivos y efectivos, sus fuerzas menguaron hasta que Francisco Villa se amnistió en Tlahualillo, en agosto de 1920.
En Durango se suscitaron otras importantes rebeliones militares, como la del general Jesús M. Guajardo, en Gómez Palacio, el 2 de junio de 1920, desconociendo al gobierno de Adolfo de la Huerta y a los generales Francisco Murguía y Juan Carrasco, asesinados en 1922.
Entre 1910 y 1920, se sucedieron en el gobierno estatal 26 gobernadores de las diferentes facciones; entre ellos sobresalieron Pastor Rouaix, Domingo Arrieta y Gabriel Gavira.
Durango en el Congreso constituyente de 1917
En el congreso que formuló la Constitución Política de los Estados Mexicanos, en 1917, representaron a Durango los siguientes diputados:
Silvestre Dorador
Colaboró en la redacción de los artículos 27 y 123.
Antonio Gutiérrez
Ayudó a la formulación de los artículos agraristas.
Fernando Gómez Palacio
Influyó en los textos de los artículos de higiene y salud pública.
Alberto Terrones Benítez
Discutió los contenidos de los artículos 3, 5, 14, 16, 27, 28, 123 y 130.
Jesús de la Torre, junto con Pastor Rouaix, aportaron ideas para la escritura de los artículos 27 y 123.
El ingeniero Pastor Rouaix participó en el congreso constituyente por el distrito de Tehuacán, Puebla. En 1945 publicó Génesis de los Artículos 27 y 123 de la Constitución. Poblano de origen, siempre se consideró durangueño.
En el mismo año, el congreso legislativo local promulgó la Constitución Política del Estado de Durango, apegada en su esencia a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.